Queridos
niños y niñas: Había una vez un reino que llamado Pandereta gobernado por un rey muy, pero que muy campechano, con su
corte, innumerables nobles, donceles, cortesanos y criados que estaban a sus
ordenes. Si algo diferenciaba a Pandereta de otros reinos, era que aquí todo funcionaba al revés. Los
corruptos y malhechores eran premiados y presidían ínsulas. Vestían apuestos
trajes que no pagaban de su bolsillo y que les regalaban unos simpáticos promotores
y amigos de lo ajeno, a cambio de una serie de favores( económicos se entiende)
como recalificaciones, adjudicaciones de cargos públicos, obras y contratas……etc.
Uno de los
ciudadanos del reino Pandereta y protagonista de este cuento, es un joven
apuesto y natural de Jaén, quien con el esfuerzo y sacrificio de sus padres
ingreso de niño en un seminario, que era el único sitio donde podían adquirir educación
y cultura los hijos de familias humildes que no podían pagar los estudios de
sus hijos.
Baltasar que es el nombre de nuestro
joven y dispuesto seminarista, se educo con tesón en retórica y en humanidades
y cierto día decidió abandonar el camino de los hábitos y pensó que la mejor
manera de servir a Dios, seria el impartir justicia entre sus semejantes y
evitar los abusos de los poderosos y corruptos. Así que decidió coger los
hábitos de la abogacía y servir a la diosa Justicia.
Su carrera
como paladín de la Justicia fue meteórica, queridos niños. Libró peligrosísimas
batallas contra todo tipo de malhechores y rufianes del reino de Pandereta e
incluso se atrevió a perseguir a algún criminal de reinos de mas allá de los
mares, lo que hizo que la fama de Baltasar fuera reconocida a lo largo y ancho
de todo el mundo.
Decidió
dedicar su vida a la muy noble y leal tarea de valedor de la ley y el orden.
Como podéis imaginar queridos niños, este tipo de tarea no iba a resultar nada fácil
para nuestro héroe. Cegado por sus éxitos, se había olvidado de que en
Pandereta, pese a que contaba con una constitución y un modelo de transición democrática
de la que alardeaban constantemente sus dirigentes, muchos de sus ilustres
ciudadanos continuaban aferrados a su manera de vivir de siempre a caballo
entre la picaresca y el soborno. Esto
le llevo a ganarse muchos y muy peligrosos enemigos. Pero nuestro héroe
continuaba en su lucha sin descanso, rodeado de un pequeño grupo de confianza,
ajeno a las ganas de revancha por parte de siniestros grupos de poder
agazapados y prestos a dar un golpe mortal a Baltasar al menor descuido.
Fue nuestro
caballero a dar con un asunto baladí, como la trama Gürtel, uno de los asuntos mas chusco y cutre y de corrupción
política, pero muy bien vestido y con trajes de costosas telas. El Joven
Baltasar instruyo el caso y decidió el arresto del cabecilla de la trama llamado
Francisco Correa y un rufián al que llaman el “bigotes”.
Quiso el
destino que Baltasar decidiera simultáneamente
declararse competente desde su juzgado de la Audiencia Nacional , para
investigar los crímenes cometidos
durante la represión franquista,
a cargo del anterior mandatario del reino de Pandereta y sus secuaces…..…y allí
se encontró con unos enemigos que aparentemente ya no existían en un reino que
se define como democrático……”la ultraderecha.”
Este grupo
de facinerosos y supervivientes de los mas de 40 años de dictadura que atravesó
el reino de Pandereta, aprovechándose de unas garantías jurídicas y un estado
de derecho democrático, en las que ellos no creen, aprovecharon a acusar a Baltasar
de prevaricación, en su investigación por los crímenes y desapariciones. ¡¡Los
acusados pasaron a ser acusadores!!.
Así que,
entre unos corruptos y unos facinerosos, consiguieron llevar a nuestro buen
caballero al banquillo de los acusados de los tribunales de justicia del reino
Pandereta……y de esta manera desposeyeron a Baltasar del titulo de caballero y
de paladín de la lucha contra los malhechores y facinerosos.
Y es que
queridos niños, ya os decía al principio del cuento, que en el reino Pandereta todo
funciona al revés de otros reinos.
Y colorín
colorado….con el juez Baltasar……han terminado.
Esto querido
niños os enseñara, que aunque la justicia y las leyes parece una cosa muy seria
y sus representantes unos señores muy sesudos y respetables, en algunos reinos
como el del cuento que os he narrado……no dejan de ser atajo de “mamones”, que amparándose
en artimañas y triquiñuelas legales y el respaldo de personas influyentes y muy
poderosas, terminan por imponerse a la justicia y al sentido común.
Besos y saludos cordiales a todos los que luchan por la
justicia, pese a los “gurteles” y facinerosos de turno.
FERnando (ora et labora)
PD1: Un alcalde del reino de Pandereta, dijo hace años que
la justicia en este reino, era un cachondeo…….y que razón llevaba el bueno de
Pedro Pacheco
PD2: Uno de los padres de la modélica y ponderada transición
democrática del reino Pandereta, ha muerto curiosamente el día que comenzó el
juicio contra Baltasar. Este padre de la patria será recordado por llevar
tirantes y por pronunciar la frase : “la calle es mía”. Como podéis apreciar
por el tono queridos niños, ¡¡este señor era un poco autoritario!!
PD3: Dedico este cuento al amigo Xus Durán, que inauguro ayer una exposición maravillosa con el
titulo “del Rojo al violeta” y recupera
a través de su arte la memoria histórica de uno de los actos mas vergonzosos y
humillantes cometidos contra los exiliados de la Guerra Civil española como
fueron los campos de concentración
d’Argelers y rinde homenaje a la maternidad de Elna, que impulsada por Elisabeth
Eidenbenz supuso un rayo de esperanza para centenares de mujeres y
criaturas allí nacidas.
Cuento edificante, recuerda a los radiofónicos de los 50-60, más real que la historia que nos cuentan. ¡Y ese Jordi Baltasar Matadragones, con toda la parafernalia fascistoide en lontananza tan poco lontana, muy propio!
ResponderEliminarSalut!
Mira que hemos escuchado cuentos en la radio que recuerdas Ramiro......pero tan "surrealistas" y malvados......¡¡pocos!!
ResponderEliminarSaludos de cuentacuentos
FERnando