Pocos días después de dejarnos Donna Summer, la reina de la disco, el destino ha querido que
haya muerto el cantante de los Bee Gees, Robin Gibb, quien junto con sus
hermanos definieron la era disco con sus ritmos funkys. El grupo se hizo
archifamoso por la banda sonora de la película “Fiebre del sábado noche” y por los falsetes de los tres hermanos,
tan desgarrados y estridentes como si se hubieran cogido los huevos al subirse
la cremallera de los pantalones.
La película es un relato sobre unos cuantos horteras de una discoteca de barrio
que sueñan con asaltar la flamante discoteca Studio 54 de Manhattan.
El personaje protagonista
es Tony Manero, que por el día es un
simple vendedor en una tienda de pintura, pero que cuando llega la noche del sábado,
se convierte en el indiscutible rey de la pista.
Nuestro Mariano se ha propuesto emular al gran
Tony Manero y ha decidido lanzarse a la pista. Le ha tocado bailar con la mas
fea……pero es lo que hay!!.Peor hubiera sido bailar con Sarkozy que es mas bajito y no
se deja llevar en el baile.
Chicago fue la ciudad
donde se produjo el embrujo, durante un placido viaje en barco por uno de los
canales que discurren junto a los enormes rascacielos de la ciudad
norteamericana. Ángela, sabedora de
la timidez y retranca de Mariano,
tuvo que ser la que dio el primer paso para iniciar los “arrumacos”. Ella vestía de rosa como una colegiala y Mariano de
blanco como un pipiolo y alumno aventajado del gran Travolta encarnando a Tony
Manero.
Llego la noche y con ella la fiebre del sábado. Mariano
se sintió por unas horas el rey de la pista. Se contorneo compulsivamente con
giros y movimientos de pelvis imposibles alrededor de Ángela. Los Bee Gees se
desgañitaban a través de los inmensos altavoces de la sala y el se sabia el
centro de atención de todos los allí presentes.
Al terminar la música y los falsetes de los hermanos
Gees, las bolas estroboscópicas dejaron de
brillar, la pista cuajada de destellos multicolores y de horteras venidos de
diversas barriadas en busca de ligue y fortuna, se fue apagando poco a poco.
La magia y poderío de Mariano pareció desvanecerse bruscamente…….miró
a su alrededor y Ángela había desaparecido como por arte de magia de la pista.
Salio a la calle cabizbajo . Allí le esperaban sus colegas de
barrio. Todavía podía sentir la música disco en su cabeza y tarareaba por lo
bajo el tema «Stayin’ Alive» con acento gallego. A lo lejos
alguien golpeaba unas latas de refresco tiradas en el sucio asfalto.
Las luces de neón de la fachada de la discoteca comenzaron a
apagarse ……era hora de regresar a su mundo real al otro lado del río.
Ya en casa, se tumbo sobre la cama sin deshacerla y con la ropa
puesta……quería prolongar la velada lo mas posible en el recuerdo.
El próximo sábado volverá a cruzar el puente y entrará en la
discoteca con su inmaculado traje blanco y sus exagerados pantalones campana, con su andar chulesco, su pose insolente, con su deje gallego socarrón……
Con un poco de suerte estará Ángela esperando ……y sino,….pues ya
pillará a alguna “prima de riesgo” resultona con la que marcarse unos pasos de
baile….
Miró fijamente al techo mientras se mesaba la barba, pensando que al techo no le
iría nada mal una mano de pintura. Una de las manchas de humedad por la forma y
dimensiones le recordó a Ángela, lo que le hizo suspirar y exclamar para si:
¡¡pero que les das Mariano!!!.....
Besos y saludos a este romance de amor con falsete, muy pero que
muy chillón: and we’re stayin’ alive, stayin’ alive.
Ah, ha, ha, ha, stayin’ alive, stayin’ alive.
Ah, ha, ha, ha,
haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
FERnando
PD: lo que da para chillar y muy alto es el que en nuestro país, se
continúe llamando “crisis” a lo que simplemente es una “estafa” de unos
chorizos sin escrúpulos…..y que no haya manera de que vayan a la cárcel y
devuelvan lo robado…….
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